Estás bien si los demás te quieren y te necesitan
Principales Rasgos
- Son personas que se desviven por los demás, serviciales, consentidoras y generosas. Centran su interés en el amor incondicional, la intimidad, la familia y la amistad. Logran que cualquiera se sienta bien a su lado, pues tienen mucha empatía, ayudan a la gente y representan el lado más humano y solidario del eneagrama.
- Los doses son los mejores amigos y confidentes y disfrutan organizando reuniones en casa en las que puedan atender a todos. Les gusta ser recordados por sus buenos gestos, sus consejos y temen pasar desapercibidos en las vidas de los demás. Sienten que han de hacer algo extraordinario para ganarse la aceptación y el afecto de la gente.
Son dados a ocuparse de los trabajos más ingratos que otras personas no quieren. Negando sus propias necesidades e intereses, se sienten cómodos en el papel de mártir, llegando a agotarse física y emocionalmente. El problema es que seguir esta pauta de manera continuada les produce rabia y resentimiento que tratan de reprimir, pues esperan conseguir atención con su ayuda hacia los demás y no la piden expresamente, lo cual pueden llegar a somatizar en su propio cuerpo.
Tienen la creencia de que dedicar tiempo a uno mismo es egoísmo, por tanto se relegan a un segundo plano, reprimen sus propias necesidades y tristezas y hacen suyas las de los demás. Se exigen a sí mismos sacrificarse. Además, se sienten impulsados a elogiar con el deseo inconsciente de que les devuelvan el elogio a ellos también (dar para recibir), de ocupar un hueco en el corazón del otro, lo que más ansían y por lo que harían casi cualquier cosa. Podrían desarrollar la mala costumbre de meterse demasiado en la vida de los demás, por lo que no sería raro que les respondieran distanciándose y rechazando sus ofrecimientos.
- A los doses les encanta el papel de salvadores, de rescatar de las dificultades. Se sienten atraídos por los más necesitados para parecer así más generosos. Suelen enamorarse de personas a las que pueden ayudar a encauzar sin preocuparles lo que podrían recibir a cambio en el futuro.
Teniendo en cuenta las tendencias anteriores, les gusta conquistar a quien les atrae, especialmente si esto supone un desafío. Con el fin de acercarse más, se informan en profundidad de aquellos temas que apasionan al otro. Temen el rechazo y que conozcan a otras personas más interesantes y les abandonen, por lo que tal vez colmen a la otra persona con atenciones asfixiantes, se vuelvan posesivos y sufran ataques de celos. Llegados a este punto, lo pasarían verdaderamente mal perdiendo de vista a la otra persona, lo cual interpretarían como que está a punto de dejarles. La ansiedad podría obligarles a hacer cosas que finalmente sabotearan la relación.
- Si otras personas expresaran su amor de una manera diferente a como un dos cree que debe expresarse, no lo percibirían como tal y, por tanto, no se sentirían queridos. Ellos tienden a abrazar y besar desenfadadamente y, cuanto más desean establecer una relación, más dificultades tienen para reconocer los límites y el “atosigamiento”. Pueden tratar a la otra persona como a un niño, de modo condescendiente, minando su autoestima y autonomía para sentirse aún más indispensables. Incluso podrían recurrir a las amenazas o al chantaje emocional (¿qué sería de ti sin mí?).
Si, después de leer todo lo anterior, crees que eres una persona eneatipo 2, algunos de estos consejos podrían ayudarte en momentos difíciles:
Lucía es una extraordinaria coach motivacional que posee la habilidad de traspasar las barreras emocionales y generar un clima de naturalidad, cercanía y confianza, lo cual me llevó a lograr lo que necesitaba con resultados realmente increíbles.
Desde la primera sesión, fue como un gran descubrimiento personal. Lucía me ayudó a quitar barreras que me ponía diariamente y a saber realmente los objetivos a los que quería llegar. Por esa razón, a pesar de haberme ido a otro país a raíz del proceso que empecé con ella, sigo teniendo mis sesiones por Skype desde Australia.
Lucía me acompañó en un objetivo que tenía un poco enquistado. Ella me cogió de la mano y me invitó a conseguirlo a mi ritmo, con mis pasos, sin juzgarme. Fue un verdadero despertar. Gracias Lucía.
Gracias a Lucía he aprendido a conocerme mejor, a saber con qué valores me identifico y cuáles son mis objetivos. Además, me ha ayudado, personal y profesionalmente, a luchar por lo que realmente quiero y solucionar mis problemas de una manera que, sin decirme nada, me lo dice todo.
Lucía se implica desde el principio y no sólo durante la sesión. Aunque no nos veamos, en el seguimiento que hace de mis objetivos la noto comprometida y profesional 100%. Agradecido a la persona que me recomendó su trabajo.
En lo que me costó años con otros, obteniendo pobres resultados, ELLA consiguió más en tan sólo dos sesiones. LUCÍA… simplemente increíble. GRACIAS.
Lucía es sinónimo de vocación y amor por su profesión. Sólo aquellos que aman lo que hacen pueden dar lo mejor de sí. Ella disfruta con el eneagrama, la PNL y el coaching y hará que abras los ojos ante tus infinitas posibilidades de mejora.